Malos tiempos para ser optimistas. Pero igual quiero aferrarme a la idea de que el optimismo es un deber moral en tiempos de crisis. Aunque sólo sea por no caer en la tentación de tirar la toalla. Optimismo no sólo es creer, también es hacer.
Lo bueno que tiene como pandemia es que es de difícil contagio.
En los tiempos que corren el optimismo puede llevar a poner en riesgo al prójimo. La realidad nos pone en su sitio y cuesta tener esperanza. El hambre puede hacer más estragos que el coronavirus y el futuro no nos promete nada glorioso.
Ni optimistas, ni pesimistas... Lo que se necesita es una buena pandemia de 'reali(dad)smo'... ...'con los pies en el suelo, los ojos en el cielo, el cerebro centrado por el sentido común y el corazón como motor.'
Cuando una, optimistamente (mea culpa, mea culpa, mea massima culpa) cree que no cabe un tonto más en el mundo... Zasss!!! Una catástrofe y se nos viene abajo la teoría.
Llevamos más de dos semanas haciéndonos la pelota los unos a los otros y, cuando nos suelten otra vez a la calle, nos daremos cuenta de que seguimos siendo los mismos malnacidos de siempre. Saludos.
Pues creo nos debemos proteger de optimistas y de pesimistas. Creo que debiéramos aprender algo de esta tragedia y pensar si TODO cuanto en nuestra vida hacemos/tenemos es necesario o se puede prescindir para una vida mucho mejor. El ecosistema ha mejorado gracias a este parón mundial. ¿No querrá decirnos algo esto? ¿Seguiremos aferrándonos a la vida que llevábamos, anhelando/haciendo/necesitanto lo mismo o esta tragedia nos habrá servido al menos para cambiar nuestro chip?
Ni mucho optimismo ni mucho pesimismo. Espera. Tiempo. Precaución. Comienzo o final será el resultado de cada uno de nosotros. A cuidarse maestro. Cariños
Siempre positivo, nunca negativo...
ResponderEliminarSoy estnomm (silencio)que no puedo googlearme
EliminarMalos tiempos para ser optimistas. Pero igual quiero aferrarme a la idea de que el optimismo es un deber moral en tiempos de crisis. Aunque sólo sea por no caer en la tentación de tirar la toalla.
ResponderEliminarOptimismo no sólo es creer, también es hacer.
Lo bueno que tiene como pandemia es que es de difícil contagio.
Hoy un abrazo con el beso
En los tiempos que corren el optimismo puede llevar a poner en riesgo al prójimo. La realidad nos pone en su sitio y cuesta tener esperanza. El hambre puede hacer más estragos que el coronavirus y el futuro no nos promete nada glorioso.
ResponderEliminarUn beso.
jajajaja pues no se qué prefiero...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=emnfrbkNEMM
Besos.
Ni tanto ni tan poco.
ResponderEliminar"El encanto de la vida simple"
ResponderEliminarCon eso ya me daría yo con un canto.
Ahora bien, si el enfoque es como lo ha captado Ilduara, entonces hablamos el mismo idioma
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ResponderEliminarNi optimistas, ni pesimistas...
Lo que se necesita es una buena pandemia de 'reali(dad)smo'...
...'con los pies en el suelo, los ojos en el cielo, el cerebro centrado por el sentido común y el corazón como motor.'
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
🥀
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarMe gusta la pandemia que describes.
EliminarUn beso
Cuando una, optimistamente (mea culpa, mea culpa, mea massima culpa) cree que no cabe un tonto más en el mundo... Zasss!!! Una catástrofe y se nos viene abajo la teoría.
ResponderEliminarLlevamos más de dos semanas haciéndonos la pelota los unos a los otros y, cuando nos suelten otra vez a la calle, nos daremos cuenta de que seguimos siendo los mismos malnacidos de siempre.
ResponderEliminarSaludos.
Los extremos nunca son buenos. Ni a un lado ni a otro.
ResponderEliminarPues creo nos debemos proteger de optimistas y de pesimistas.
ResponderEliminarCreo que debiéramos aprender algo de esta tragedia y pensar si TODO cuanto en nuestra vida hacemos/tenemos es necesario o se puede prescindir para una vida mucho mejor.
El ecosistema ha mejorado gracias a este parón mundial.
¿No querrá decirnos algo esto?
¿Seguiremos aferrándonos a la vida que llevábamos, anhelando/haciendo/necesitanto lo mismo o esta tragedia nos habrá servido al menos para cambiar nuestro chip?
Saludos.
Y si además tienen poder, como el de la gripecinha...
ResponderEliminarBesos
Pues eso...
EliminarDemasiados unicornios para los tiempos que corren...
ResponderEliminarPus te sorprenderá, pero soy optimista siempre, por sistema, luego ya me decepciono claro :-)
ResponderEliminarUn beso
Soy una pandemia!!!
ResponderEliminarMil besitos positivos para ti, Poeta... (no vale vacunarse)
Sí, optimistas siendo realistas.
ResponderEliminarPesimistas tampoco.
Hay que seguir :)
Un beso, Torito.
Gracias a nosotros la gente está menos triste. La que tenga que venir vendrá, ¿para que sufrir anticipadamente?
ResponderEliminarYo lo que quiero es esperanza, con los pies en el suelo, pero con la esperanza en el alma.
ResponderEliminarUn beso ,grande.
Esperanza... sólo esperanza.
ResponderEliminarBesos
No se quienes harán mas daño, pero creo que un poco de realismo vendría muy bien... :)
ResponderEliminarSalud
Es la pandemia de las pandemias.
ResponderEliminarTranquilo, que por acá tengo el optimismo justo y necesario. Estamos perdidos hasta la médula.
Abrazo gigante Toronavirus!
Ni mucho optimismo ni mucho pesimismo. Espera. Tiempo. Precaución. Comienzo o final será el resultado de cada uno de nosotros. A cuidarse maestro. Cariños
ResponderEliminarLos camello ya están haciendo su agosto, no los maltrates 😂
ResponderEliminarAplaudo hasta romperme las manos.
ResponderEliminarQué pesadez...
Bss.