Desde la nada que me envuelve
desde el final que se acerca
desde la memoria que araña
desde el corazón que escucha
oigo como repican día y noche
las campanillas
que cuelgan invisibles
en los cuellos de los muertos.
Repican por el universo entero.
También en sueños y recuerdos.
Repican en busca de un tiempo nuevo
de otra vida imposible
de un cobijo que no encuentran
de un regazo que los acune eterno
y sin embargo
en su interminable travesía
solo encuentran olvido y desconsuelo.
Desde que nacemos conocemos el final, transcurrirán años con sorpresas, la muerte cada día se avecina un poco más. Nada somos y la energía se transforma en hastío, desidia y resignación con el paso del tiempo.
ResponderEliminarUn beso.
Tristísima esa imagen de olvido y desconsuelo del más allá.
ResponderEliminarVersión lopillas: Hacen sonar las campanillas para buscar a los suyos que también cruzaron el umbral y de vez en cuando repica una algarabía divina cuando por fin se encuentran.
Besitos de Yang, Yin
No llevaba idea de darle muchas vueltas a la cabeza esta mañana, pero entre las «campanillas» y el «finis coronat opus» me has dejado pensando.
ResponderEliminarSaludos.
Nostalgia, la brevedad de la vida.
ResponderEliminarBesos 💋😘💋😘💋😘💋😘💋😘
Muito triste , este poema....
ResponderEliminarTe abraço, amigo mio
Veo que de ánimos andas hoy regulín. Un poema de una tristeza infinita pero también de una belleza literaria incuestionable.
ResponderEliminarSaludos y mucho ánimo, Toro.
Triste y desafortunadamente, la muerte no perdona a nadie ni a nada. Ni a los recuerdos, ni a las palabras, ni a las frases que se escribieron.
ResponderEliminarSaludos, Toro
Desoladoras campanillas, cuando suenan y cuando callan.
ResponderEliminarYo anhelo oírlas pero espero que no cuelguen del cuello de un muerto...
Sea como sea,ambos buscamos un trozo del paraíso perdido.
Besos***
Esas campanillas casi nunca son para repicar de felicidad
ResponderEliminarasí me llegó...
aunque de una u otra manera, todo al final es celestial.
Besos y bonito día.
Ese niño sabía lo que le esperaba.
ResponderEliminarLas campanillas son la avanzadilla.
Saludos.
Finis Coronat Opus ¿ el fin corona la obra? ¿ es eso?
ResponderEliminarTal y como yo lo entiendo vendría a ser algo sí como que hay que terminar la obra para que todo cobre sentido o hay que terminarla para que alcance su plenitud como tal, no sé.. todos vamos a morir, pero no todo muere con nosotros, las campanillas de tu poesía seguirán tintineando, eso seguro y con ellas tú ; )
Un beso
La vida es breve, y por esa misma razón hay que vivirla como cada uno quiera, sin lastimar a nadie, intentado acumular buenos recuerdos.
ResponderEliminarMe quedo con la impresionante imagen de las campanillas colgando de los cuellos de los muertos. Porque me la creo. Porque la siento cada vez que sale el sol. Aunque luego trato de mirar para otro lado y creerme un rato que soy inmortal, que me esperan sorpresas de niño por algún lado.
ResponderEliminarSe parece a la Santa Compaña que tenemos por aquí, espero que nunca te asalte en el camino y si lo hace, dibuja un círculo y métete dentro.
ResponderEliminarMenos mal que creo que tras la muerte no hay nada, porque eso de los muertos vagando a través de una travesía interminable, haciendo sonar las campanillas cual catalépticos buscando quién les de vida de nuevo, es una imagen terrorífica.
ResponderEliminarY el del perfil me llena de ternura por ese niño, por el peso que llevaba sobre sus hombros, dan ganas de abrazarlo.
Y si hacemos caso a esa frase, lo atrayente es aquello que se acaba, lo perfecto es lo que se termina, así que esta vida no sería perfecta si no terminase.
Un beso para ti y un abrazo para ese niño
Tristeza a más no poder.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Olvido y desconsuelo y vuelta a empezar.. es la rueda de la vida...sí, yo también he pensado en la santa compaña, al igual que Xan
ResponderEliminarEm porten a reflexions molt íntimes...
ResponderEliminarPetonets, Xavi.
Desolador.
ResponderEliminarAunque yo creo que desaparecemos del todo y eso evita el sufrimiento.
Besos
"desde el final que se acerca
ResponderEliminardesde la memoria que araña
desde el corazón que escucha"
Desde ahí mismo te digo: que grande eres, compañero.
Un abrazo, TS.
Que la luz del universo nos acompañe! Abrazo Toro
ResponderEliminarHola, como estás? un saludo Xavi
ResponderEliminarGostei bastante do poema!
ResponderEliminar.
Sem rumo. Refletindo...
.
Beijos e uma boa noite
ResponderEliminarPobres...
Otro beso... Xavi.
Y mi mano en tu...
🥀 🐾
Muy tristes los dos :(
ResponderEliminarBesos.
Hola Torito. Tristísimo los dos poemas
ResponderEliminarHasta que no morimos, no se culmina la obra. La vida en sí es una obra teatro y hasta que no termina no se corre el telón.
La muerte es una consecuencia de la vida. Todos nos iremos solos y sin nada material. Sí llevaremos una mochila cargada de buenas acciones, o vacía porque no hicimos el bien. Lo importante es saber que no somos eternos y esto algún día se termina
Te abrazo poeta
😘🌈🌹
¿Los muertos con campanillas?
ResponderEliminarPues me recuerdas a los leprosos, que eran sombras obligados a llevar campanitas, lo he imaginado como romería de eso, de leprosos.
ResponderEliminarUn beso
En la tristeza también se puede encontrar belleza.
ResponderEliminarEspero que la Parca tarde en venir por mi...
Besos.
La muerte y la nada es lo único que nos viene de serie.
ResponderEliminarEl resto hay que pelearlo cada día y tocar madera.
Besos.
Un tema poético por excelencia, muy triste, es cierto. Pero el lirismo que contiene cada verso es extraordinario, Toro. Abrazos
ResponderEliminarTristemente hermoso. Besos
ResponderEliminarjourney will end when we die...
ResponderEliminar# Have a great day
Espero que no sea como en el poema, lo que nos faltaba.
ResponderEliminarPero como poema, me gusta. Ya sabes que soy poquillo gótica :)
Tengo unas campanitas en un móvil de ventana. Me parece que las quito.
Bss!!!
Últimamente han muerto dos personas conocidas, y eso me hace pensar que un día cualquiera puede sucederme a mí.
ResponderEliminarBesos
Ese sentir que todos tenemos y replica en el universo... tristemente bonito y cierto. Un beso enorme poeta.
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