Hemos llegado a unos tiempos en los que parece imprescindible que cada vez se tenga que renunciar a más libertades para poder sobrevivir. Y cada vez lo aceptamos con más mansedumbre. Saludos.
No pude evitarlo: cuando llegué a la mascarilla me salió una carcajada. Lo de la libertad, en cambio, que viene malherida desde hace tiempo, no me hace ni puñetera gracia.
Cachis, qué pena de boca, amigo.
ResponderEliminarUn beso
Tu poema destapa los ojos y nos libera del opresor.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Torito. Vaya por Dios, bueno seguro que con la mascarilla no se le infecta la herida;-) ;-)
ResponderEliminarAbrazosssss
Vivimos tiempos extraños en los que hay que aprender a sonreír con los ojos...
ResponderEliminarBesos enmascarados
Un mensaje profundo,para meditar.
ResponderEliminarSaludos
La herida mortal no se puede tapar, salvo en parte. No te olvides que hay orificio de salida, que más es un boquete de protestas de gran calibre
ResponderEliminarSi te fijas, en plza de Colón quedaron salpicaduras de cerebros hechos papilla 🙈
EliminarLo has reflejado muy bien.
ResponderEliminarAsí estamos y lo qué vendrá...
Un abrazo!
blogwalking here from Malaysia. Regards! :)
ResponderEliminarYa decía yo que el obligarnos a usar mascarilla llevaba oscuras intenciones. La libertad herida se disimula entre millones de rostros ocultos.
ResponderEliminarSaludos Toro.
Sí, Torito.
ResponderEliminarTal cual.
Qué gran poema.
Un beso, Toro.
Aunque terrible, me ha gustado mucho tu poema.
ResponderEliminarUn disparo de besos en tus mejillas.
Hemos llegado a unos tiempos en los que parece imprescindible que cada vez se tenga que renunciar a más libertades para poder sobrevivir. Y cada vez lo aceptamos con más mansedumbre.
ResponderEliminarSaludos.
Quizás ya hayamos perdido la libertad para siempre , todo lo veo muy negro .
ResponderEliminarBesos.
La peor herida es la que no puede taparse con nada.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
...Porque soy como el árbol talado
ResponderEliminarQue retoño...
Aún tenemos la vida...ésto también pasará!.
Besossss.
Ya se escucha el requiem...
ResponderEliminar💋
Tal cual Xavi, besos.
ResponderEliminarNo pude evitarlo: cuando llegué a la mascarilla me salió una carcajada.
ResponderEliminarLo de la libertad, en cambio, que viene malherida desde hace tiempo, no me hace ni puñetera gracia.
Besos
Saben aprovecharse de la gravedad de los contagios para recortar las libertades que les interesan cortar.
ResponderEliminarUn beso, Toro.
Macabro ritual
ResponderEliminardel ahora existir
bajo los sauces llorones
plagado de contradicciones.
Saludos Toro
ResponderEliminarBeso... Xavi.
Y mi mano en tu mano...
🥀
al parecer será de por vida ese cubreboca
ResponderEliminarcuidate
Ya estaba herida de mil modos en todo el planeta mucho antes, si es que existió alguna vez.
ResponderEliminarBesos***
uffff... fuerte...muy fuerte...pero siempre estamos "a merced de algo o de alguien" es muy triste...Un abrazo!
ResponderEliminarAhora cualquier desperfecto queda oculto tras una mascarilla.
ResponderEliminarMil besitos para tus sueños, POeta.
Oh!!
ResponderEliminarmejor me callo, pa que no me elimines..
Besitos animalito:)
La mascarilla sirve para todo o que se quiera tapar con ella.
ResponderEliminarLa mascarilla tapa muchas bocas espero que algun dia sea esto un mal recuerdo.
ResponderEliminarBesitos Toro !!😊
Lo expresas muy bien, es tan triste y cierto.
ResponderEliminarQue tengas una buena semana, a pesar de todo =)
Enmascarados andamos muchos por el mundo.... Saludos Toro amigo.
ResponderEliminarTremendo. Besos
ResponderEliminarAntes tampoco éramos libres, ni la sociedad funcionaba.
ResponderEliminarVivimos en un estado de crispación insoportable.
Bss.
Estoy muy enfadada Torito,y creo que no hay bozal lo suficientemente fuerte para contener mi ira.
ResponderEliminarBesazo