Cada vez tenemos más cerca el final. Miremos al frente sin sudorosas manos y que no decaiga el ánimo. Presenciamos cómo finaliza el desánimo y el dolor.
«El arte de la vejez es arreglárselas para acabar como los grandes ríos, serena, sabiamente, en un estuario que se dilata y donde las aguas dulces empiezan a sentir la sal y las saladas, un poco de dulzura. Y cuando te das cuenta ya no eres río sino océano. Eso es lo que pretendo» José Luis Sampedro Esto me reconforta. Besos***
Yo por eso evito mirarme mucho a los espejos... Pero un tío que sale a correr a las seis de la mañana tiene que estar hecho un Toro...Salvaje y que le quedan muchas batallas. Saludos Xavi
El que queda es el importante. No hay nostalgia por decir adiós a un yo del pasado, solo a lo vivido, porque gracias a eso nunca seremos los mismos que ayer, habría algo que no estaría bien, no avanzar es nocivo, es más, si veo a alguien después de 20 años y en vez de evolucionar parece estancado, mi sistema codificado no lo comprende y colisiona, ;) Efectos de la fiebre, ya no sé ni que me digo. Pero sí, me reitero, el que queda, es el importante. Me ha encantado como lo has expresado, como te has despedido. Sin culpa, ni remordimiento, simplemente con el silencio que muchas veces habla más que la palabra. Un beso, Toro.
Cualquier día te sorprende un ¡hola!
ResponderEliminar(la gente pasó de la prohibición e hicieron hogueras en la calle, bien!)
Besitosss
Mientras no bailemos la "Dansa de la Mort", nos iremos transformando frente al espejo, cada vez con menos yoes, acompañando.
ResponderEliminarSaludos.
Es inquietante y cierto.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña.
Los que fuimos, irremediablemente, dejaremos de ser y todos terminaremos marchando en una triste soledad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada vez tenemos más cerca el final. Miremos al frente sin sudorosas manos y que no decaiga el ánimo. Presenciamos cómo finaliza el desánimo y el dolor.
ResponderEliminarUn beso de paz.
«El arte de la vejez es arreglárselas para acabar como los grandes ríos, serena, sabiamente, en un estuario que se dilata y donde las aguas dulces empiezan a sentir la sal y las saladas, un poco de dulzura. Y cuando te das cuenta ya no eres río sino océano. Eso es lo que pretendo»
ResponderEliminarJosé Luis Sampedro
Esto me reconforta.
Besos***
Todos esos seres internos se podian decir que cada uno "vive" exactamente un dia.
ResponderEliminarDe ese modo somos una multitud o "legion"....
unos se fueron otros estan por venir.
A morte não é o mais assustador, para mim, mas sim o sofrimento - seja qual for a forma que tome.
ResponderEliminarBesos.
Se nos acaba el tiempo y se nos cierran las puertas.. mala combinación, cierto.
ResponderEliminarDe tots ells queda alguna cosa en tu, sinó ja no series tu.
ResponderEliminarPetonets, Xavi.
Bueno, parece que estamos con el tiempo.
ResponderEliminarJa
Besos, Toro
Y los que te quedan por ser.
ResponderEliminarSaludos.
Allí nos encontraremos todos. Ufff ........
ResponderEliminarBesos
Pues sí... Nada hay para evitarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo por eso evito mirarme mucho a los espejos...
ResponderEliminarPero un tío que sale a correr a las seis de la mañana tiene que estar hecho un Toro...Salvaje y que le quedan muchas batallas.
Saludos Xavi
Yo estoy en ese momento en el que no me reconozco del todo, Toro. Es algo, digamos, inquietante.
ResponderEliminarDe momento estamos, así que a disfrutar. Y después... dios dirá...
ResponderEliminarBesos.
No hay prisa, despacio...
ResponderEliminarBesos.
Un fuerte abrazo, Toro.
ResponderEliminarUn placer leerte de nuevo
ResponderEliminarMe encanta leer tu trabajo
Abrazos
Por lo menos tienes hecho el trabajo de las despedidas, que es de lo más triste que hay.
ResponderEliminarMientras no te despidas de mí ni pronuncies nunca el adiós verdadero todo irá bien, aún cuando estemos en espera de la temida calavera.
ResponderEliminarBesos Toro
Espero que no te despidas por ahora del que escribe poemas en un blog.
ResponderEliminarTe echaría mucho de menos. Y no solo yo.
Besos
El que queda es el importante. No hay nostalgia por decir adiós a un yo del pasado, solo a lo vivido, porque gracias a eso nunca seremos los mismos que ayer, habría algo que no estaría bien, no avanzar es nocivo, es más, si veo a alguien después de 20 años y en vez de evolucionar parece estancado, mi sistema codificado no lo comprende y colisiona, ;) Efectos de la fiebre, ya no sé ni que me digo. Pero sí, me reitero, el que queda, es el importante. Me ha encantado como lo has expresado, como te has despedido. Sin culpa, ni remordimiento, simplemente con el silencio que muchas veces habla más que la palabra.
ResponderEliminarUn beso, Toro.
La vida es una constante mutación; pero, al igual que el café, siempre deja posos…
ResponderEliminarAbrazo grande, poeta 💙
Yo tengo la mala costumbre de no despedirme.
ResponderEliminarBesos
Uffffff
ResponderEliminarMe he quedado en blanco…
Todo queda, aunque no lo parezca.
ResponderEliminarNada ni nadie se pierde.
Para mal y para bien.
Despedirse es una buena manera de conseguir paz.
Bss.
El Toribio adolescente tiene que rebelarse. Al menos lanzar alguna piedra de despedida
ResponderEliminarY a como estamos es igual, aquí o allá la fragilidad de la vida. Besosssss toro !!!
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