Las calles
aún duermen.
Despierto agitado.
Despierto nervioso.
Ayer entré
en el templo
de un recuerdo.
Un recuerdo entrañable.
La gente
que lo habitaba
me miró sorprendida, desconcertada.
Vieron a un desconocido.
Yo vi la fiesta del declive.
De repente
había atravesado
mil barreras del tiempo.
Y también la de la cordura.
Cuando pregunté
no obtuve ni por asomo
las respuestas que yo esperaba.
Me despedí y me fundí en la noche.
Tengo dos cabezas.
La que malvive en el ahora
y la que siempre quiere volver atrás.
"en el templo de un recuerdo" qué genialidad. Me rechifla
ResponderEliminarViernetes!
Vivir bifurcado entre el pasado y el presente crea angustia.
ResponderEliminarOjalá te llegue mi calor para olvidar el frío del desconsuelo.
Ojalá los dos poemas te ayuden a exorcizar los demonios.
Un beso.
Tampoco puedo dejar el ayer. Me gustó pasear entre tus letras.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña!