Aviso muy importante.
Los domingos por la tarde
de los otoños agónicos
no hay que salir de casa.
El otoño oscuro
es horario
y territorio de muertos.
Luego no te quejes
si en cualquier esquina
tu alma se desmaya de tristeza.
A la mía le pasó.
Sucedió el pasado domingo.
Salí a la calle
a estirar las piernas
cuando el día fallecía
y no había casi nadie visible.
Muertos sí que había.
Muchos.
Son las últimas horas
que disfrutan
antes de volver al cementerio.
Después de caminar un rato
por ese páramo urbano desolado
mi soledad y yo
nos sentamos en un banco
y nos dedicamos a verlos pasar.
Después se sentó más gente.
Todos invisibles.
Vinieron de mis recuerdos.
Algunos ya habían fallecido
y otros están perdidos en el tiempo.
Mi alma de repente empezó a sollozar.
Y yo me fui resquebrajando
bajo un apenado árbol
del que caían lágrimas de hojas muertas.
De repente, la tristeza honda
ResponderEliminarTe dejo un abrazo inmenso mi Torito
Procuro no salir de casa, ni domingos ,ni el resto de días. Solo lo imprescindible. El panorama es desolador, no quiero verlo. Besos primaverales. Ya sé que es casi Invierno
ResponderEliminarSi que es las tardes de domingo son nefastas, la antesala de la muerte.
ResponderEliminarA mí de siempre me han hecho polvo el ánimo.
Así que ya sabes, en casita a hacer crucigramas o algo.
Saludos
Ohhh😥
ResponderEliminarAbrazo***
Los otoños son peligrosos, en ellos la nostalgia se manifiesta cruda y se incrementa los melancólicos domingos.
ResponderEliminarUn beso.
Los poemas de domingo son susurros
ResponderEliminarY si le sumamos el otoño caricia
Besitos 😽😽😽
Os domingos , principalmente outonais, são geralmente melancólicos.
ResponderEliminarBeso
Pero, a ver, no habíamos quedado que ahora éramos invencibles, mira que yo me subo rápido al carro, pero luego que no se me abandone, ;)
ResponderEliminarLos domingos son la nostalgia representada en día, de la pérdida. No son mi día, como tampoco el lunes, le damos el visto bueno al miércoles, no, mejor al jueves. No, de verdad, me has apenado, hay días que nos visita el pasado, y ese recuerdo es tan voraz que tenemos que llorarle, para demostrarle que seguimos sintiendo.
Abrazo enorme, y besos, Xavi.
Solitud, miris cap on miris...
ResponderEliminarAferradetes càlides, Xavi.
Muy hermoso, aún triste.
ResponderEliminarBesos para el chico más guapo de Cataluña!
Qué tristeza más bella
ResponderEliminarmE conmoviste y eso a esta hora del dia no es bueno!.Besines.
ResponderEliminarMe impresiona tu escrito
ResponderEliminarHermoso, aún en esa tristeza que cae en cada letra
Abrazos
Los domingos por la tarde siempre han sido tristes. Son el fin del finde.
ResponderEliminarSaludos.
Poético y verdaderamente triste :(
ResponderEliminarBesos.
Los domingos por la tarde nos los tendrían que pagar como horas extras. Solo hacemos wue penssar en mañans.
ResponderEliminarABRAZOO
¿ Qué puedes esperar de un domingo por la tarde? No conozco nada que nos haga sentir más desolados y que se repita semana tras semana con tanto rigor. Ánimo Torito mientras que el resto de los días no ocurra lo mismo que el domingo.
ResponderEliminarMelancolía en estado puro. Y es que el otoño es la estación más propicia para la melancolía
ResponderEliminarBeso, Xavi
Pedro Páramo. Cuán contento de leer tu entrada hubiera estado Rulfo de haberla leído. Por acá está lleno de ánimas, fantasmas y muertos por todas las ciudades antiguas, que es un encanto. En estos días a ver si me acuerdo de un relato de algo que me sucedió alguna vez.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta mucho este comentario.
EliminarPedro Páramo es una magnífica novela.
Absolutamente recomendable.
Me han dado ganas de volver a leerla... y lo haré.
Gracias y besos.
:) gracias por rescatarlo. Hazlo.
Eliminar"Mi soledad y yo" me recordó un poema tuyo que amo: Ahora que no queda nadie.
ResponderEliminarAunque ese poema dice "mi silencio y yo", pero hubiera jurado que decía mi soledad y yo.
Cosas que pasan.
Son tardes muy tristes y decepcionantes.
ResponderEliminarSaludos.
El poema me ha gustado mucho aunque sea desolador.
ResponderEliminarLa combinación de tarde de domingo y otoño puede dar ese resultado.
Besos
Eeeh! Dónde quedó mi comentario?
ResponderEliminarBesos.
Estaba en el spam.
EliminarEl maldito spam se lo quería quedar... y no me extraña porque es un gran comentario.
Ya lo he puesto en su lugar.
Besos.
Querido amigo, hermoso y triste poema.
ResponderEliminarSiempre es una delicia leerte poeta.
Te dejo todo mi cariño y un besito
Qué peligro tienen los domingos…al caer la tarde…cae todo…
ResponderEliminarTorito, me gustan los Domingos, es el dia que no trabajo y puedo estar en casa con mis hijos.
ResponderEliminarEn cada poema que nos dejas demuestras que de salvaje no tienes nada, que tienes un tierno corazón.
Abrazos y te dejo un beso Torito dulce
A mi me ha pasado todo lo que versas pero en primavera.
ResponderEliminarLos domingos son devastadores.
Bss.
Todos los domingos por la tarde tiene ese algo de melancolía que impregna el ambiente. En algunas estaciones se nota más, en otras menos, pero la tarde de un domingo melancólico se impone a todas.
ResponderEliminarVa un abrazo, Toro Salvaje.
Pareciera que vivimos en el mismo barrio
ResponderEliminarAbrazos, Toro Poeta urbano