Habla el muerto
desde una esquina de su tumba.
Ya nada tiene remedio.
Y tiene razón.
Pero yo no tengo la culpa.
No sé porqué insiste.
El viento está triste.
Esta tarde ha venido a explicármelo.
Entre ráfaga y ráfaga ha compartido sus penas.
Una vida muy dura la del viento.
Nadie lo ve.
Nadie le habla.
Está muy acomplejado por eso.
Yo antes que viento preferiría ser árbol en otra vida.
Y escribir poemas de pajaritos chiflados.
Y hacer reír cada mañana a las ramas y a sus hojas.
Pero no hay más vidas.
Me lo ha dicho el muerto desde la esquina de su tumba.
Dice que se pasa la muerte contando sus huesos.
Un fémur.
Otro.
Una tibia.
Otra.
Un omoplato.
Dónde está el otro?
A ver si se lo quedó el forense...
Un parietal.
Un occipital...
Está harto.
Dice que se los sabe de memoria.
Que está muy aburrido.
Y que siempre hay oscuridad.
Ahora a las seis de la tarde ya es de noche.
Y los hombres del saco salen antes para raptar niños.
Y vuelven a casa con el saco vacío y la cara arañada.
Los niños de ahora se ríen del hombre del saco y del demonio.
Al viento no le importaría que le raptara el hombre del saco.
O que le hablara el muerto desde una esquina de su tumba.
O que los niños le dieran las gracias cuando los despeina jugando.
Pero nadie repara en nadie y todo va mal siempre.
De vez en cuando alguien recibe un flechazo y sonríe durante un tiempo.
Pero luego el flechazo se desvanece y aparece una fea cicatriz de color gris.
Perfecto.
ResponderEliminarYo tengo una nacarada muy bonita que brilla en noches de luna llena a la que que tengo mucho cariño. No es fea.
ResponderEliminarBesitos
Nos vamos llenando de cicatrices.
ResponderEliminarSaludos.
Estamos llenos de cicatrices, marcas sin piedad, sueños rotos, dolores de alma y corazón, precisamos una negociación inmediata.
ResponderEliminarOjalá el viento nos escuche.
Un beso.
“Nadie repara en nadie”...pues muchas veces es así,cada uno va a lo suyo.
ResponderEliminarPara eliminar una fea cicatriz gris lo mejor es aplicar encima un pétalo rojo dos veces al día hasta que piel y corazón queden tersos.
; )
Un beso colorao.
Vaya tela con el color gris...
ResponderEliminar¡¡Qué muerto más parlanchín¡¡¡
Me mudaré a la esquina de la tumba de al lado¡
Besos.
Y una caricia al viento, para que esté menos triste.
Cuánta soledad circula por este poema.
ResponderEliminarY a veces es así, estamos todos en el mismo sitio pero no nos vemos ni nos oímos.
Me gustan mucho tus imágenes, son siempre muy gráficas y hasta sonoras.En este se oye al viento.
Besos
Cuánta real tristeza. Cuánto individualismo egoista...
ResponderEliminarUn beso
Vivir es sufrir. saludos
ResponderEliminarnadie repara en nadie
ResponderEliminareso es... y por eso la web arde en la búsqueda y en políglotas solitarios
muchas las antenas paradas pero al final del día ... silencio en el cuarto
besitos
ResponderEliminarTantas cicatrices...
escritas en el viento...
Beso... Xavi.
Y mi mano en tu mano... acariciando sus cicatrices.
XL
Todo cierto, nos estamos volviendo zombis en vida, y como dice Alcantar las redes arden...
ResponderEliminarFeliz noche toro.
Un beso
Sí, todo es y será polvo en el viento...
ResponderEliminarTe beso, Xavi.
No se lo digo, más que nada para que no se haga un creído. Y eso que me gusta notarle crecido ... ains, lo cierto es que soy una enamorada del viento. Incluso cuando se enfada y se descontrola aunque sea políticamente incorrecto. Me gusta cuando aulla de ganas (salvajes) y cuando susurra entre caricias. El único roce que tengo con él es cuando liga con la lluvia y el muy ladino destapa su coqueteo en mi misma cara. Entonces me enfado, que una no es de piedra ... pero al final, las pago con ella ! jjj
ResponderEliminarSí es complicada la vida, porque la felicidad está hecha de instantes, de temporadas. Pero por esos flechazos merece la pena vivir.
ResponderEliminarSi no hay nada después, más razón para vivir lo que tenemos con intensidad.
Ya era hora de que los niños se rieran del hombre del saco
ResponderEliminarBuen viento
ResponderEliminarBesos toro
Si es que ya no puede uno fiarse ni de los forenses.
ResponderEliminarSaludos.
Me he encontrado con el viento esta mañana.
ResponderEliminarBesosss
A veces ocurre lo del flechazo y anula todo lo demás.
ResponderEliminarMil besitos y felices sueños, poeta.
Me gusta lo que dice Juncal. Será porque también me gusta el viento. Me pongo coqueta cuando silba, intento provocarlo con faldas vaporosas... Debería hablar en pasado, porque poco sopla por aquí. Si acaso alguna brisa vespertina que me susurra sonidos de infancia. Y lo recuerdo, al viento, al paisaje, los olores, los cariños... tanto para alimentar la nostalgia.
ResponderEliminarAy, entre que tengo el otoño instalado en el cuerpo, que mis cicatrices tienen rasgos del hemisferio norte y que me gusta leerte, esta primavera austral no alcanza ni a rozarme.
Un beso
Y por un flechazo? Qué daría yo.por un flechazo?..Dejaría de mirar las cicatrices y de escuchar al viento.
ResponderEliminarCómo sería, que el gris sería un color , tan solo un color, incluso cálido en días de invierno
Buenas noches, Xavi TORO SALVAJE:
ResponderEliminarComentario N.º 23
:)
En otra vida,
¿seré árbol, viento, flor,
pajarillo, luz…?
:)
Al leer me ha venido a la cabeza esta ♫ ♪ ♩♪ ♫ canción ♪ ♫ ♪ ♩♪
Abrazos
yo estoy llena de edad feas cicatrices...
ResponderEliminarBesos
La cicatriz se queda visible,pero esperamos a que surja un nuevo flechazo para que nos dé un poco de aliento.
ResponderEliminarYo de pequeña tenía mucho miedo del hombre del saco(sonrisa)pero cierto
Es así,hoy las personas pasan mucho unas de otras,pero siempre hay una o tres que están presentes siempre
Besucos
Gó
Hay flechas que se clavan en tu pecho y se quedan para siempre ahí
ResponderEliminarAbrazos
Terrible el último verso...😞 Besos***
ResponderEliminarYo, para preferir ser otra cosa de lo que soy, me lo tendría que pensar mucho :)
ResponderEliminarSalud
Demasiada soledad en estos versos, que espero, la exorcicen de alguna manera.
ResponderEliminarAbrazo
Muchas veces le hablo al viento, pero el se va, vuelve me acaricia y se va, le llamo a gritos, vuelve y se va de nuevo. El viento es cruel, solo mentiras me murmura. Y estoy de acuerdo con el muerto, que solo esta, están todos en sus tumbas, Toro, este poema me fascina, una vez le conté al viento mis tristezas y bueno, amigo Toro, hoy me exedi en el comentario. Saludos a la distancia amigo.
ResponderEliminarQué incomprendido, el pobre viento. Todos cantando al sol y a la primavera, y casi nadie se acuerda del viento
ResponderEliminarLos muertos quizás sí. Un beso
El poeta y el viento... Tan libres los dos, sin cadenas, sin fronteras, en un mundo a la deriva. Amigos con anhelo de alturas, de universo...
ResponderEliminarBesos, poeta
Me han encantado el viento que despeina a los niños, el muerto que cuenta sus huesos y los pajaritos chiflados.
ResponderEliminarUn poema tan triste y qué sonrisas provoca. Eso no lo consigue cualquiera.
Ya volveré, quería ver lo que te dicen los invitados y ...no tengo ni paso libre por el pasillo...ME QUEDARÉ AQUÍ...ya me verás.
ResponderEliminarBesos
"O que los niños le dieran las gracias cuando los despeina jugando".
ResponderEliminar:)
Qué bonito.
Un beso, Toro.
Ese muerto, a pesar de todo, parece más interesante que muchos de los que están supuestamente vivos.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Cuanta realidad,cariños.
ResponderEliminarLos huesos no dan mucho de que hablar. Las cicatrices, sí.
ResponderEliminarUn abrazo
P
La imaginación al poder. Aquí el viento es constante, dicen que va a ser una primavera y un verano ventosos. Cuando es brisa es agradable, pero a veces empuja y ya no da ganas de salir a jugar con él. Besos.
ResponderEliminarHola Toro. Hay muertos que tienen más vida que algunos vivos. Muy interesante tu muerto y el viento. Realmente vamos a la carrera y no nos fijamos en nada ni en nadie. Seguro muchos días nos cruzamos con un vecino en el portal que es un viejito que no puede con las bolsas de la compra y no somos capaces de subirlas y ayudarlo a subir las escaleras.
ResponderEliminarVamos por la vida sin ver ni al viento.
Me ha gustado lo que he leído.
Abrazos
Y cuántas cicatrices grises que llevar a cuestas…
ResponderEliminarUn abrazo grande, querido poeta.
El viento también refresca cicatrices.
ResponderEliminarEl muerto que cuenta sus huesos me produce ternura.
Bss.
Sino hay otra vida entonces no podré casarme contigo. Jodida suerte. El Toro y la vaca triste nunca se encontrarán.
ResponderEliminarMuuuuuuuu