Esta mañana se me ha aparecido un arcángel tosiendo
y acercándose a mi oído me ha susurrado la Gran Revelación:
Los virus son los reyes del universo.
Y nosotros sus miserables vasallos.
Cada farmacia un condado.
Cada hospital un marquesado.
Cada entierro un reino de lo imposible.
Y el cielo un cementerio de aire y algodón.
Después el arcángel ha fallecido
y se ha convertido en una guirnalda navideña.
El mes que viene la colgaré en el ascensor.
El viento hoy está vomitando.
Le he visto mala cara nada más salir a la calle.
Y quién cura al viento?
Nadie.
El pobre va por las calles dando tumbos sin ton ni son.
De vez en cuando descansa en la copa de un árbol
y luego sigue su convaleciente camino repleto de soledad.
Que te mejores viento...
No me contesta.
Se aleja hacia el horizonte vestido de negro.
Le digo adiós.
Hoy no ha pasado nada.
Para mí no ha existido.
He empezado al revés y he acabado al contrario.
Los días así suelo delirar.
Y los pájaros y las papeleras se ríen mucho conmigo.
A veces hasta me aplauden las sombras de las gaviotas.
Pero hoy los delirios estaban envenenados.
Y no se ha reído nadie.
De hecho yo he salido a la calle arrastrando a un muerto.
El muerto era yo de aquí a un tiempo.
Luego he dejado el muerto en el calendario tristón
y he desaparecido entre los recovecos del tiempo inútil.
Después he sobrevivido escondiéndome de mí
y he tenido mucha suerte ya que no me he encontrado.
Entonces todos los que fui lo han celebrado dando volteretas.
El día ha empezado difunto y así ha seguido hasta ahora.
Me parece que hoy hasta los relojes tienen depresión.
Sus agujas enfermizas lloran hacia dentro cada sesenta minutos.
No quiero decirle nada al mío pero noto bastante humedad en la muñeca.
El viento enfermo, los relojes, las agujas, las lágrimas exactas, los virus ...
Todo se está enmarañando en las entrañas de este noviembre tan demoledor.
Salgo a la terraza y le dejo unas aspirinas al viento, quizá mañana el día sea mejor.
Quizás el viento pueda coger frío también como les pasa a las personas...
ResponderEliminarQue se mejore, pobrecillo viento y tú también si estás vírico.
Besos.
Supongo que queda la farmacia para llevarse los recuerdos que el viento no es capaz de arrastrar al infierno. Triste pero la manta, el sofa y la farmacia parece ser que ganaron la batalla.
ResponderEliminarun abrazo
Al principio te iba a decir que el arcángel que tosía era yo, porque vaya alergiazo que me acompaña, pero como sigo tosiendo es que no estoy muerta todavía. En Toro, tendrás que empezar con los aerosoles y todos esos engorros para espantar virus y muertecillos que te persiguen. Espero que mañana amanezca mucho mejor que hoy. Los martes son como una rosquilla sonriente y apetitosa.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Seguro se reían contigo y no de ti?
ResponderEliminarTe has escondido de ti mismo y no te has encontrado... Diosito santo, diosito santo que no me lo encuentre yo!!
:P
Un beso
Los relojes no se detienen ni con los muertos, marcan los segundos en que nos invaden los virus y el tiempo de la enfermedad.
ResponderEliminarTengo un reloj detenido en las 16:15, todo está en regla, pero dudo que vuelva a sonar el tictac.
Me gusta tu poema, Activa el segundero del alma.
Un beso.
Mi universo está llenito de histaminas que provocan tres big bang por minuto. Bu balita estoy.
ResponderEliminarBesitos volados
Me encanta la imagen del viento dando tumbos y deteniéndose a descansar en las copas de los árboles. Me encanta tu "que te mejores, viento". Y que le dejes aspirinas. Me encantan las agujas del reloj llorando hacia dentro... Me parece un poema triste escrito con cierto humor y ternura. Me encanta.
ResponderEliminarTiene razón Ángeles, es un poema triste pero también muy tierno y gracioso.
ResponderEliminarLas sombras de las gaviotas te aplauden ¡y yo también!
Besos
Se me hace raro pensar que en otra parte del mismo mundo, este noviembre demoledor puede ser hasta bonito. Parece imposible ¿ verdad ?
ResponderEliminarDeberíamos plantear su extradición.
Aquí noviembre llegó encendiendo todas las luces, llenando de claridad y calor el día, alargando las horas y acortando mi amada noche... Y sin embargo, este lunes apareció gris, tristón, como arrastrando los pies. Será algún virus, que con esto de la globalización viajan a velocidades imparables.
ResponderEliminarUn beso
No creo que vaya a mejorar mañana, todo pinta a que no.
ResponderEliminarSaludos.
He visto al pobre viento apoyado en el árbol...
ResponderEliminarMe ha encantado la parte final con el tiempo (uno de tus temas recurrentes) y su medidas como protagonistas...el calendario tristón,los que fuiste dando volteretas,relojes depresivos,agujas que lloran...y la imagen que más me ha gustado : las lágrimas exactas!
Y lo bien que has cerrado.
Con este poema-aspirina seguro que mañana todo va mejor.
Un beso vacuna.
Pero que no se te suba mucho eh
:P
Quizá mañana sea mejor. Tal vez pueda que tengas razón.
ResponderEliminarUn abrazo
para mi ha sido un lunes genial
ResponderEliminares que amo los lunes
tiempo y relojes , esa manía que tenemos los humanos de llevar control en lo que no existe , al menos nos queda el viento
besitos
ResponderEliminar"...quizá mañana el día sea mejor."
Quizás... sí.
Beso... al viento.
Y mi mano en tu mano... Xavi.
PD: Me ha gustado mucho el poema, me siento (me he sentido) identificada.
Jeje
ResponderEliminarBeso con cubre bocas por si acaso! 😉
jajaja... me ha gustado lo de la aspirina al viento.
ResponderEliminarQue cuco eres, hoy aquí ha hecho un día estupendo, pero mañana ya veremos, si acaso te copio lo de la aspirina.
Genial el poema, me ha gustado.
Feliz noche y que mañana sea algo mejor.
Muác!
Es hora de contactar al Arcangel de la buena salud!
ResponderEliminarTe caliente con miel y jengibre para brindar juntos.
Besos Torito.
Ya verás que mañana el viento se encuentra mejor, y tú también.
ResponderEliminarBesosss
El sentido de la vida era eso, entonces??, que no existe tal vida, sólo enfermedad...
ResponderEliminar¿sabes?, eso lo explicaría todo.
Estos días tan grises crean esos poemas tan depresivos y nostálgicos.
ResponderEliminarBuenísimo como todo cobra vida a tu alrededor...
ResponderEliminarTe advierto que no me interesa mucho que se mejore el viento, no me gusta y puede que si le deseas tanto bien se ponga más fuerte...
Un beso muy grande, me encanta leerte.
Buenas noches, Xavi TORO SALVAJE:
ResponderEliminarComentario N.º 23
♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫ cielo de noviembre ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫
:)
Abrazos.
Si, a ver si se mejora y no nos fastidia a nosotros... ;(
ResponderEliminarSalud
Buena idea lo de las aspirinas,gracias,cariños.
ResponderEliminarPues creo que el viento ya se alivio por que aqui llego como navajas acuchillando mi piel....saludos Toro amigo.
ResponderEliminarRemolino de tristezas. Una aspirina al viento puede ser una buena opción
ResponderEliminarUn beso
Pues mira ,gracias al viento vine temprano y menos mal pude coger sitio y aquí en las gradas pude leer tranquila tus versos al ladito de Sandra.
ResponderEliminarBesos
La poesía está en el viento y aunque me despeina...
ResponderEliminarAmo al viento.
Muy bella.
Mi beso.
ResponderEliminarTe dejo la fuerza del viento del Norte:
Viento del Norte
:)
Es simpático este poema. Esa mezcla del viento, los virus, los relojes...
ResponderEliminarYo también celebro que sobrevivieras pero sin voltereta, vale?
Besos.
Me ha encantado! Seguro mejorará el pobre con la medicina que le has dado, ya veremos! Mientras tanto te dejo un afectuoso saludo que va volando desde Chile
ResponderEliminarCuánto detrás de este poema... y es que noviembre es algo terco. Seguro que hoy ha estado mejor el viento.
ResponderEliminarMil besitos para tu noche, poeta.
Un beso, Toro
ResponderEliminarTe quedan aspirinas? Pásame una por favor!!Besos***
ResponderEliminarLos relojes, además de llorar, entonan réquiem.
ResponderEliminarBuen poema, lleno de imágenes y sensaciones.
Bss.
Hay días en los que uno piensa que mejor no haberse levantado (para lo que hay que ver y sentir...) Pero no queda otra, y bendito sea, con virus o sin virus, a favor o en contra del viento... Pero, qué narices! hay días que son un asco sí o sí 😰
ResponderEliminarUn abrazo, poeta.
Amaneció raro, si. No llovía, estaba gris xo no mucho. Ni frío ni calor. Una calma extraña. Hoy podría haber desaparecido del calendario sin q nada faltase. Bueno, he tenido su sonrisa, sus abrazos y su pelo suave...pero yo, por dentro, lo he visto así.😘
ResponderEliminarEucaliptol
ResponderEliminarY un buen reguero
De balas de sal
XD