Adoro feliz
el mundo de la nada.
Sin caos.
Sin mentiras.
Sin caretas.
Hoy la nada y yo
nos vamos de paseo.
Ella no lo sabe
pero voy a darle una sorpresa.
Le voy a pedir que se case conmigo.
De rodillas.
Ya tengo el anillo.
Es de latidos y penas.
Ojalá que me diga que sí.
Ojalá que de corazón me quiera.
Poema de Toro Salvaje.
ResponderEliminarDeseo que la nada te rechace. No te quiera. Te deje abandonado cual colilla en las aceras. Prefiero por novia para ti un todo, de caricias para alma, de sonrisa para cada lágrima, de oídos para cada latido de tu corazón.
ResponderEliminarUn beso
Así sea...
ResponderEliminarBesos
La respuesta es NO.
ResponderEliminar(Muy bueno el poema,la imagen del anillo es magnífica).
ResponderEliminarDe corazón...
t'estimo...
et petó...
Desenmascaras con un guiño todo lo que oculta la nada, no necesitas pedirla en matrimonio, ella te pretende y desea colocarte los grilletes del vacío.
ResponderEliminarUn beso.
A veces un buen poema no esconde un buen deseo.
ResponderEliminarSaludos.
Pues mira, La Nada no se casa con nadie pero te aseguro que es fiel compañera si no pides nada.
ResponderEliminarEl poema tiene peso.
Bss.
La nada está de suerte.
ResponderEliminarPoeta
Besos
Qué poeta eres más grande!! Precioso.
ResponderEliminarBesicos muchos.
algunos prefieren
ResponderEliminarestar rodeados de nadas
y trinadas
debe estar buena
ResponderEliminarla sopa de corazones
a granel