Ya no aspiro
a los sueños.
Ahora me conformo
con transitar su sombra
durante breves horas
y jugar a que los consigo.
Luego constato el fracaso.
Después desaparezco
engullido sin piedad
por las fauces de la noche.
Y al día siguiente
me refugio
una vez más
entre las garras
de la nauseabunda cotidianeidad.
Poema de Toro Salvaje.
ResponderEliminarBajarse en la parada de los sueños es apearse de los posibles, pero sólo cada quien sabe qué soñaba si le listón era muy alto. No es meritorio bajar el listón así que, brincar con la intención de ser felices, Serrat dixit
ResponderEliminarUn beso.
Toro, voy a ir a tu ultimo post. Por la fechas veo que han sido días proliferos. Intensos. Volverte a leer es siempre un gustazo. Lo sepas :-)
Los sueños quizás se puedan conseguir.
ResponderEliminarBesos
Tú eres el sueño perseguido, el que habita más allá de las horas y convierte en extraordinario lo cotidiano.
ResponderEliminarUn beso.
Hay un último intento.Siempre.
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ResponderEliminar'Ilduara' lo ha expresado tan bien...
No pongo, ni quito... tal cual.
Beso... que todavía sueña/e.
Refugiado en el absurdo cotidiano, sin sueños que recordar, solo queda, bellos poemas que hilvanar.
ResponderEliminarSaludos.
Si sueñas: utópico.
ResponderEliminarSi no sueñas: negativo.
Lo peor es lo cotidiano.
Aquel que lo transforma en poema ha ganado salud mental, sobre todo.
Bss.
Espero que pronto persigas con ansía los sueños Toro.
ResponderEliminarEs más, este poema lo hace.
Besos
A los sueños jamás hay que dejar de aspirar y tú lo sabes.
ResponderEliminarBesos.
Lo cotidiano es demoledor***
ResponderEliminarNo dejes de soñar que a veces se consiguen atraparlos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Si es que ...es lo que hay.
ResponderEliminarbesico
Mavi
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBonito comodín
ResponderEliminarpara fantasear
Por suerte
algunas realidades
son mas bellas
en realidad
ante la luz
que ante las sombras
unos se protegen para ocultarse
otros
para refrescarse